«A nuestro pueblo le entusiasman estas grandes paradas de la ciudadanía. No sabe pasar muchos meses sin provocar alguna. Pero acaso entre una y otra (…) tendría alguien que preocuparse de llenar el tiempo con una tarea: la de gobernar, la de administrar, la de hacer por el pueblo algo más que ofrecerle ocasión y pretexto para estos deslumbrantes espectáculos. Si entre una manifestación de entusiasmo y otra no hay siquiera unos meses de silencioso y honesto trabajo, llegará un día en que este pueblo catalán, tan entusiasta, tan fervoroso, tan bueno, cambiará. Y entonces será peor.» Manuel Chaves Nogales

Qué pasa en Cataluña Manuel Chaves Nogales

 

Manuel Chaves Nogales atendió la dinámica política en Cataluña durante la II República española en dos importantes ocasiones. En diciembre de 1931 entrevistó en profundidad al presidente de la Generalitat Francesc Maciá para su periódico, Ahora, tras la tormenta que supuso su acelerada proclamación de la República catalana. La segunda ocasión se dio entre finales de febrero y principios de marzo de 1936. Tras los arrolladores acontecimientos producidos por la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, que suponen la vuelta del gobierno de la Generalitat, encarcelado desde octubre de 1934, Chaves Nogales ofreció, también en Ahora, una visión amplia del caso catalán a través de un grupo de ocho reportajes que se inició exactamente el 26 de febrero con el gran titular «¿Qué pasa en Cataluña?», y que compone el grueso de esta edición.

En ese momento Chaves se muestra perspicaz como nunca a la hora de buscar la información sobre un estado de cosas que siempre, por definición en el caso catalán, le parece confuso, hasta el punto de que inicia sus reportajes aludiendo a su dificultad para identificar a «vencedores» y «vencidos». No obstante, el panorama que ofrece, con su lucidez periodística habitual, es una definición perfecta de la dinámica de arreones y frenazos de la política en torno al soberanismo catalán, al que bien pronto define como «una rara substancia que se utiliza en los laboratorios políticos de Madrid como reactivo del patriotismo, y en los de Cataluña como aglutinante de las clases conservadoras». El lector actual puede sacar del relato de aquellos días muchísimos paralelismos con el momento presente de esta edición; pero parece incluso más interesante quedarse con las claves válidas y permanentes que se detectan en estas páginas para desentrañar el «desafío» catalán.

 

Manuel Chaves Nogales

 

Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897 Londres 1944) fue un importante periodista de origen sevillano, que desarrolló su actividad durante el periodo de entreguerras. Chaves Nogales, nació en el seno de una familia sevillana de clase media y alto nivel cultural. Su madre era Pilar Nogales, concertista de piano y su padre Manuel Chaves Rey (1870-1914), un importante periodista sevillano, que trabajaba para el diario El Liberal, miembro de la de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y cronista oficial de la ciudad.

Desde muy joven, Manuel Chaves Nogales acompañaba a su padre a la redacción del diario para el que trabajaba, lo que probablemente le indujo a elegir la carrera de periodista. Tras la prematura muerte de su padre, en el año 1914, Chaves Nogales comenzó a desarrollar diferentes encargos como periodista, al tiempo que concluía sus estudios de Filosofía y Letras. De este modo, a partir de 1918 ejerce como redactor de El Noticiero Sevillano y La Noche. En esta época, Chaves vive un periodo de gran desarrollo urbano y cultural, en su ciudad natal, donde surge con fuerza el regionalismo, y comienza la construcción de la Exposición Iberoamericana de 1929. En medio de este ambiente, Chaves publica en 1920 su primer libro, La ciudad, donde realiza una interesante narración sobre Sevilla y su idiosincrasia. En 1922, Chaves Nogales se traslada a Madrid, para proseguir con su carrera periodística. Allí comienza a trabajar en El Heraldo de Madrid -del que llegará a ser redactor jefe-, coincidiendo en la redacción con César González Ruano, así como en la revista Estampa. En 1927, Chaves gana el más prestigios de los galardones del periodismo español, el Premio Mariano de Cavia, con el reportaje La llegada de Ruth Elder a Madrid, la primera mujer que cruzó en solitario el Atlántico en avión. Su interés por las nuevas conquistas de la aviación le lleva a embarcarse, el mismo, en una serie de viajes por Europa y la recién creada Unión Soviética, que recogerá en La vuelta al mundo en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja (1929). De este modo, Chaves comienza lo que puede considerarse como su tetralogía rusa. Tres obras a través de la cuales esboza la inmensa convulsión que supuso la revolución bolchevique. La segunda de estas obras es La bolchevique enamorada, una novela corta publicada en 1930, reeditada en 2015 por Espuela de Plata. El último título, y tal vez el más conmovedor, fue publicado en 1931 bajo el título de Lo que ha quedado del Imperio de los Zares. En este libro Chaves recoge cual ha sido el destino de los rusos blancos en el exilio. La sensación de paraíso perdido de todos aquellos príncipes, grandes duquesas que poblaban la corte de los zares, la vida miserable en pensiones y asilos de los grandes generales, y la distinta fortuna de empresarios, artistas jerarcas de la iglesia ortodoxa. Finalmente en 1934 publicará, El maestro Juan Martínez que estaba allí.

 

Manuel Chaves Nogales

 

Con la llegada de la república, Manuel Chaves Nogales se convirtió en director Ahora, un diario republicano de centro izquierda, próximo al azañismo, que se encontraba entre los más importantes de España. Chaves Nogales, articuló toda una red de reporteros a escala internacional, y se desplazó el mismo por Europa para entrevistar a las grandes personalidades de aquel tiempo, desde Goebbels y Churchill a Chevalier y Chaplin. En 1935, publica su obra más famosa, Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas, considerado como uno de los mejores libros de tema taurinos que se han escrito. Al estallar la Guerra Civil, Manuel Chaves Nogales se puso al servicio de la República, de acuerdo con sus ideales democráticos y republicanos, lo cual dejó reflejado en numerosos artículos y editoriales. Sin embargo conforme va avanzando el conflicto, su situación personal y profesional se vuelve más complicada. El diario Ahora, que dirigía, es colectivizado, y él destituido como director, lo que finalmente le decide a abandonar la capital junto al gobierno, en noviembre de 1936. Se desconoce, si en algún momento regresa a Madrid, pero sin duda mantiene contacto con numerosos informadores civiles y militares, miembros de la Junta de Defensa de Madrid, lo que le permite escribir en 1938 una serie de crónicas periodísticas sobre la lucha contra el sitio de Madrid, y el papel del general Miaja, recopilados por Espuela de Plata en el libro La defensa de Madrid.

Convencido de que la guerra estaba perdida y de que la restauración de la República era inviable, Chaves Nogales abandona Valencia para exiliarse en Paris. Allí colaboró en varios periódicos como Cooperative Press Service y L’Europe Nouvelle, relatando la guerra en España, no solo a través de sus fuentes en España, sino también de los testimonios de los propios exiliados que llegaban a Francia. Estos artículos fueron recogidos por Espuela de Plata en el libro Crónicas de la Guerra Civil. Agosto de 1936- Septiembre de 1939. Paralelamente, Chaves Nogales escribe en su exilio parisino una serie de relatos cortos, sobre los horrores de la guerra, que va publicando en dos revistas hispanoamericanas: la mexicana Sucesos para todos y la cubana Estampa. Estos relatos fueron reunidos en 1937 y publicados bajo el título de A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España. Este libro fue editado en 2013 por editorial Renacimiento, recuperando el texto original así como las ilustraciones originales con que aparecieron publicados en ambas revistas. En el año 1940, con la invasión de las tropas alemanas de París, se vio obligado a exiliarse de nuevo, esta vez a Londres, donde retomó su actividad periodística, fundando una agencia de prensa, The Atlantic Pacific Press Agency. También colaboró como columnista de Evening Standard, así como con los servicios informativos de la BBC En Londres, Chaves Nogales vivió solo, durante cuatro años, luchando contra el totalitarismo y defendiendo los valores democráticos, como mejor sabía, como periodista. Allí murió, en mayo de 1944, con tan sólo 46 años de edad.

 

A sangre y fuego Manuel Chaves Nogales