«La fantasía no es un lobo malo al cual hay que tener miedo, ni un delito que haya que vigilar constantemente, sino un mundo extraordinariamente rico y marginado de una forma estúpida». Gianni Rodari
Escritor, maestro y pedagogo italiano, Gianni Rodari (1920-1980) fue el creador de un auténtico «género» de literatura infantil. Premio Internacional Andersen 1970, maestro de la invención y de la imaginación, Rodari también aborda en muchos de sus cuentos temas tradicionalmente alejados de la infancia como la guerra o la insensatez humana. Además de experimentar con la estructura del cuento y el lenguaje, Rodari no duda en hacer una crítica de una sociedad que considera insolidaria y consumista y en fomentar el espíritu crítico de los más pequeños, siempre con ingenio y humor. Cuentos por teléfono se ha consolidado como una obra atemporal que sigue seduciendo a pequeños y mayores de generación en generación. Emilio Urberuaga (Madrid, 1954) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Ilustración 2011, y es autor e ilustrador de numerosas obras infantiles. Sus ilustraciones humorísticas son fácilmente identificables por su personal estilo.
Gianni Rodari nació en Omenga, Italia, en 1920. Hijo de padres panaderos y huérfano de padre desde los nueve años, fue criado a partir de entonces por una tía y después educado en internados y seminarios. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, finalizó sus estudios de Magisterio y comenzó a trabajar como periodista en el diario Cinque Punte.
Sus primeros textos literarios aparecieron en publicaciones como L’Ordine Nuevo firmando con el pseudónimo Francesco Aricocci. Pasó por varias publicaciones hasta que finalmente se incorporó y dirigió la revista mensual Il Giornale del Genitori. Con su pseudónimo publicó una recopilación de leyendas populares, Leyendas de nuestra tierra, y dos cuentos de corte fantástico: El Beso y La señorita Bibiana.
Cuando trabajaba para el diario L’Unitá descubrió su vocación como escritor para los más pequeños. De aquella época (finales de los 40) nacieron las primeras narraciones cortas, humorísticas, coplas y retahílas ligadas a la poesía popular italiana y sus primeros libros para niños: El libro de las retahílas y Las aventuras de Cipollino.
En la década de los 50 pasó de un periódico a otro, y siguió escribiendo textos que gustaban tanto a grandes como a pequeños; e iniciados los años 60 comenzó a recorrer las escuelas italianas, donde, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras leía sus cuentos, observó las reacciones de su audiencia y tomó notas para tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias. Pronto se convirtió en uno de los mejores escritores para niños. Durante esos años recorrió las escuelas italianas para contar historias, pero también para escuchar a los niños. Esta actividad culminó en la reescritura y publicación de Gramática de la Fantasía. Introducción al arte de contar historias.
Los esfuerzos y la dedicación a la literatura infantil de Gianni Rodari tuvieron recompensa en 1970, cuando logró el Premio Hans Christian Andersen, el mayor galardón internacional para un escritor del género.
Sus libros, cargados de humor, imaginación y una fantasía desbordante, no escaparon a una crítica del mundo actual con un lenguaje muy pintoresco, espontáneo y en ocasiones comprometido.
Falleció en Italia en 1980.